lunes, 20 de julio de 2009

pétalos cerrados

Escrudiñaba su alma cual de una flor de pétalos cerrados se tratara, observándole desde cada esquina, minuciosamente, día tras día, poniendo atención en cada una de las partes que lo componía. En el fondo de aquél ser se encontraban tesoros bien guardados, misterios nunca revelados, desconocidos incluso para él, escondidos en recovecos que fueron imposibles de alcanzar. Y ella urgaba, y los mimaba, incluso les cantaba y llamaba, pero lo único que consiguió vislumbrar fueron sombras de una bella realidad oculta que ni el más grande de los amores ni las más hermosas intenciones lograron hacerlas florecer.

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