En el camino me paro,
miro a mi alrededor buscando una salida,
el túnel está negro, la luz queda lejos,
sin fuerza en mis piernas me arrastro,
sintiendo la arena quemándome las heridas,
de mi piel, de mi alma,
perdida en la penumbra,
mi corazón grita en silencio,
busca la salida, para recuperar la vida.
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2 comentarios:
En el mar no siempre hay luz, ni todas las costas tienen faro, pero a veces, sólo hay que dejar que los ojos se acostumbren a la penumbra para ver la luz que nos arrojan las estrellas. Esas mismas que guiaron a los navegantes errantes y que ahora no miramos nunca.
muxu bat!
eskerrikasko guapo, tus palabras siempre son agradables para estos oidos.
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