Ojos cubiertos por sentimientos,
ciertos, casi inciertos,
ralentizan la vida
de quien la olvida.
Y camina descalzo,
por senderos empedrados,
emperrados,
contaminados por pasados,
propios,
ajenos,
demasiados.
Un corazón minado
vaga en el limbo,
suspira por su venas
y lucha en vano
contra muros,
disfrazados.
Avanza cansada
mas no lo alcanza,
y comienza de nuevo,
hasta cuándo?
Es un libro abierto,
una piedra preciosa,
un tesoro, subestimado,
hasta creerse pequeño.
Pero grande es su alma,
y bella su esencia
desde el comienzo de los tiempos.
Usted conoce el trato,
cuenta conmigo
no hasta dos
ni hasta cinco,
hasta el infinito.
jueves, 29 de octubre de 2009
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