lunes, 22 de diciembre de 2008

Para la Cátedra de Derecho Penal

" En 1986, un diputado mexicano visitó la cárcel de Cerro Hueco, en Chiapas. Allí encontró a un indio tzotzil, que había degollado a su padre y había sido condenado a treinta años de prisión. Pero el diputado descubrió que el difunto padre llevaba tortillas y frijoles, cada mediodía, a su hijo encarcelado. Aquel indio tzotzil había sido interrogado y juzgado en lengua castellana, que él entendía poco o nada, y con ayuda de una buena paliza había confesado ser el autor de una cosa llamada parricidio."

...antes pasaba...ahora sigue pasando...en cualquier parte del mundo...hasta cuándo los verdugos actuarán con esa impunidad tan injusta...hasta cúando seguiran destruyendo al ser humano...a personas, familias, pueblos, paises...antes pasaba...ahora sigue pasando...

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