Viene el miedo de visita. Me pilla medio dormida. La vereda se abre delante de mi, sospechosa. Mejor ando de puntillas, con la vista fija en la meta, cuidándome el corazón y el alma.
Se cierran las heridas? miedo a que se abran otras? acaso serán las mismas? La lucha por la vida continua, se presenta dudosa. Avanzaré con cuidado pero con firmeza. Abriré mis sentidos sin vergüenza, por si suena alguna melodia que agrade mi propia presencia.
martes, 6 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario